Fácil de descartar, imposible de eliminar. El plástico en nuestras vidas.

Foto por: Marea Verde

Es increíble cómo nuestra sociedad ha evolucionado para convertirnos en los únicos capaces de producir residuos que la naturaleza no puede digerir. En menos de cien años el plástico se ha vuelto en el material más utilizado del mundo: es el material que mueve la economía moderna. Todo lo que utilizamos contiene plástico: el carro, la computadora, el celular, las tarjetas de crédito, la ropa y hasta la pasta de dientes. Dependemos de él.

Desafortunadamente, el plástico se ha convertido en un elemento más de los ecosistemas marinos, presente incluso en la cadena alimenticia de muchos animales. Se degrada increíblemente lento; se va convirtiendo en pequeñas partículas en un proceso que dura cientos de años. Muchas especies piensan que lo que flota es alimento y se comen los fragmentos de plástico que van a la deriva por los océanos y ríos, ingiriendo tóxicos que les producen enfermedades o que los sofocan llevándolos a la muerte.

De hecho, estudios hechos por el Foro Economico Mundial indican que 32% de las 78 millones de toneladas de envases plásticos que se producen anualmente, van a parar al océano. Estamos usando 20 veces más plástico que en 1964; si seguimos a este ritmo en el 2050 podría haber más plástico que peces en el mundo, eso es en tan solo 32 años. Debemos tomar acción para detener este problema que como consumidores hemos creado.

En el video de TED, Tough truths about plastic pollution, la artista Dianna Cohen invita a agregar una cuarta R a las 3 R de reciclaje: reduce, reutiliza, recicla, rechaza. Es una tarea difícil, desengancharnos del plástico. Pero ¿cómo hacerlo? si mientras escribo este texto estoy tomando agua de una botella no reutilizable. Es a través de pequeños pasos que podremos lograr un cambio.

Lo primero es decirle adiós a las bolsas plásticas. Lleva tus propias bolsas cuando vayas de compras; hay comercios que te las venden, como los Supermercado Rey. Evita envases de plástico y elige vidrio o metal cuando puedas; además, sabrá mejor. Mantente hidratado llevando contigo una botella rellenable de acero inoxidable; aprovecha que en Panamá aún podemos tomar agua de la pluma, y trata de eliminar los carrizos ¿realmente los necesitas?

Grandes empresas ya han tomado conciencia sobre el problema y han visto la oportunidad de comercializar los desechos plásticos que se recogen de los océanos. Por ejemplo, una marca de ropa deportiva se unió a la organización Parley For the Oceans para crear una línea de zapatillas hechas de plástico oceánico. En India una empresa ha creado una alternativa comestible a los cubiertos de plástico: sus cucharas, cuchillos y palillos se hornean en lugar de fabricarse, y se biodegradan en tan solo cinco días.

En abril, el Biomuseo busca alzar la voz y generar consciencia sobre esta problemática; es por esto que celebrará el mes de la tierra con diversas actividades. El 14 de abril inaugurará la nueva exhibición temporal “En tus manos”, una presentación de videoarte de Donna Conlon y Jonathan Harker sobre la crisis del plástico. Ese día también, por segundo año consecutivo, se llevará a cabo la Marcha por la Ciencia, saliendo del Atrio del Biomuseo a las 5pm. También habrán caminatas por el Parque de la Biodiversidad y muchas otras actividades gratuitas durante todo el mes; las puedes encontrar en la web del museo www.biomuseo.org.

Es importante empezar a crear iniciativas para generar soluciones a esta crisis: los productores y empresarios, el gobierno y los consumidores debemos trabajar en conjunto. Es responsabilidad de todos y está en nuestras manos salvar el planeta que llamamos hogar.