Panamá, un hub para las aves

Foto por: Karl Kaufmann, Sociedad Audubon Panamá.

Seguramente recuerdas haber visto el cielo de la ciudad de Panamá repleto de aves rodeando el cerro Ancón avisándonos que llegó la época de migración. Miles de millones llegan a nuestro país entre septiembre y octubre y parten de regreso al norte durante marzo y abril; muchas de ellas aprovechan nuestra posición geográfica para hacer paradas estratégicas durante su travesía y un gran grupo pasa todo el invierno en nuestras costas y bosques.

La República de Panamá es un puente terrestre que conecta a Norte y Suramérica. Aquí encontramos un gran número de aves migratorias en un territorio muy pequeño; de hecho, de las 1002 especies de aves reportadas en Panamá, 177 son migratorias, cada una con historia distinta. Eso es lo que busca resaltar el Biomuseo con la nueva exhibición temporal El cielo cubierto de infinitas aves, la cual inaugura el 20 de octubre de 2017.

La migración es una maravilla natural que ha llamado la atención de investigadores desde siempre. Durante siglos las personas estuvieron perplejas por la desaparición y reaparición de las aves durante temporadas. Ahora los científicos han encontrado la manera de estudiar los movimientos de las aves, obteniendo resultados con valor fundamental para la creación y mejoramiento de planes de protección de especies y conservación de hábitats clave para su supervivencia.

Es crucial entender qué recursos necesitan estas aves, qué rutas utilizan y cuál es el estado de sus poblaciones. Las aves migratorias son fieles a sus rutas: ellas realizan estas largas travesías para aprovechar los recursos que abundan en otro lugar, pero muchas veces terminan encontrando una nueva urbanización en vez de los bosques dónde antes pasaban el invierno. En Panamá los lugares favoritos de las aves son los manglares de la bahía de Panamá, en dónde se han contabilizado hasta dos millones de aves playeras migratorias, un récord mundial.

Los humedales de la bahía de Panamá son tan importantes que, luego de un largo proceso, la Sociedad Audubon de Panamá logró, en el 2003, que esta área fuera declarada como sitio Ramsar de importancia internacional y en el 2015 se convirtió en un refugio de vida silvestre del sistema nacional de áreas protegidas de Panamá.

Con El cielo cubierto de infinitas aves, el Biomuseo busca dar a conocer la importancia del cuidado de la naturaleza y cómo esto beneficia a las aves y a los seres humanos. Mientras más panameños conozcamos y estemos orgullosos de nuestra biodiversidad, más aliados tendremos en la protección de nuestra herencia natural.

Esta nueva exhibición temporal refuerza la historia de la galería El Gran Intercambio, debido a que con el surgimiento del istmo, Panamá se convirtió en un puente que unió Norte y Suramérica, abriendo el camino para una gran migración de especies de un lado hacia el otro; este es un fenómeno que cada año aún se puede observar con el viajar de las aves.

La observación de aves es una excelente manera de explorar Panamá, únete a expediciones con Audubon Panamá quienes organizan giras durante todo el año incluyendo caminatas para principiantes en el Parque Natural Metropolitano.

En octubre el Biomuseo celebra a las aves migratorias con actividades gratuitas para toda la familia. Habrá talleres para niños y charlas sobre la importancia de nuestros bosques en la ruta de migración; también haremos un recorrido de avistamiento de aves por los senderos del Parque de la Biodiversidad. Para conocer las fechas, horarios y otros detalles pueden entrar al portal web biomuseopanama.org o síguenos en nuestras redes sociales: @biomuseo.