Cuando Aaron Meijer, practicante del Biomuseo, contó su encuentro con un animal de ocho ojos y ocho patas, los guías corrieron al Jardín del agua. Fueron para encontrar lo que sonaba como un gran monstruo, pero se encontraron con un milimétrico arácnido.
“¡No les mentí!” ríe Aaron. “Esta araña saltadora del género Menemerus tiene habilidades más grandes de lo que parece: sus ocho ojos le dan una visión de casi 360°. Así detecta cada movimiento del insecto que busca, y con sus ocho patas puede saltar de rama en rama y de árbol en árbol hasta alcanzarlo, atraparlo y devorarlo.”
Justo en ese momento, la araña saltó y la gente gritó. No se supo cuál salto fue más
alto, si el de la araña o el de los guías.