El Biomuseo continúa recibiendo varios niños para el campamento de verano. Esta semana, Leonel Cedeño, el guía encargado de la actividad, estaba llevando un grupo al rancho cuando escuchó a un niño gritar “¡Pelusa! Hay mucha pelusa en el suelo”.
“Y una pelusa muy aventurera” explicó Leonel “Verán, el árbol de balso (Ochroma pyramidale) hace muchas semillas envueltas en una pelusa muy liviana. El viento puede fácilmente transportarla, y así miles y miles de semillas viajan por el cielo hasta llegar a lugares vacíos que terminan siendo colonizados por estos árboles pioneros”.
Por lo visto, no solo el suelo, sino también el cielo está cubierto de infinito balso