Un tesoro de esmeraldas y oro en el Pacífico panameño.

Las historias de tesoros escondidos llevan siglos retando a los más aventureros. Qué idea tan romántica la de seguir un mapa hasta llegar al punto donde lleva escondido siglos un baúl lleno de oro. Pero algunos tesoros no son objetos materiales que puedes guardar en el bolsillo. Hay tesoros naturales que son mucho más valiosos que las piedras preciosas de un botín pirata.

El Parque Nacional Coiba es uno de estos tesoros. Ubicado al sur de la provincia de Veraguas, es un archipiélago de unas 38 islas y 270,125 hectáreas de superficie, de las cuales 216,543 son marinas. En el 2005 fue declarado como un Sitio de Patrimonio para la Humanidad por la UNESCO. Es un lugar único a nivel mundial, un paraíso de biodiversidad que mantiene en equilibrio el ecosistema marino.

La mayor superficie marina protegida del país es el Parque Nacional Coiba. Sus arrecifes de coral son de los más extensos del Pacífico oriental y se pueden encontrar una impresionante variedad de especies endémicas. En sus playas de arena dorada anidan las tortugas carey (Eretmochelys imbricata). El verde de su bosque tropical húmedo es tan intenso que da la impresión de ser esmeraldas. Si te fijas bien, entre las ramas se esconde la mayor población de guacamayas rojas (Ara macao) del país, como si fueran rubíes asomándose.

El parque es además parte del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, reconocido como uno de los ecosistemas marinos más grandes del mundo. Actualmente Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador trabajan en conjunto para lograr la gestión adecuada de la biodiversidad y los recursos marinos y costeros del Pacífico Este Tropical. Se estima que el número de especies marinas y terrestres reportadas en esta área sea una subestimación, pues todos los años se reportan nuevos avistamientos. Aquí se encuentran 6 de los 9 tipos de tiburones martillo, y grandes cetáceos utilizan el corredor para sus migraciones. El posicionamiento de este archipiélago es tan importante que es de las pocas áreas protegidas en donde se realizan estudios de investigación para la protección de ecosistemas marinos.

De acuerdo con MarViva, en el parque se encuentran 1,045 especies de plantas vasculares, 224 especies de vertebrados terrestres y cerca de 2,000 especies marinas: un verdadero cofre lleno de riqueza biológica. Es momento de defender a capa y espada nuestro tesoro. Todos los ciudadanos debemos ser responsables por la conservación y protección de la biodiversidad del Parque Nacional Coiba y de todos los territorios que son parte del Corredor Marino del Pacífico. ¿Se imaginan un océano sin ballenas o un bosque sin guacamayas?

No te pierdas en septiembre las actividades dedicadas a los océanos que trae el Biomuseo, a la vez que nuevamente le damos la bienvenida a las aves migratorias que vienen de regreso a Panamá, con la exhibición temporal El cielo cubierto de infinitas aves. ¡Les esperamos!