El Parque de la Biodiversidad crece sobre una antigua base militar norteamericana construida con piedras extraídas del Canal de Panamá. Que se haya regenerado para convertirse en santuario de flora y de fauna es uno de esos ejemplos de supervivencia que solo se dan en el Trópico y que se exhibe y se explica exclusivamente en el Biomuseo como parte de su misión de educar.

Como todo ser viviente, el parque requiere de amor y cuido constantes, conceptos altruistas que, sin embargo, se traducen en varios miles de dólares mensuales: una cuadrilla permanente de jardineros especializados y los gastos de regar y cortar la hierba, mantener las flores, eliminar la maleza y podar los árboles.

El Parque de la Biodiversidad es el hogar de más de 300 especies de mariposas, más de 100 especies de aves y muchos reptiles, insectos y plantas, además es fuente de conocimiento y recreación para todos los que lo visitan. Como está abierto siempre al público y es gratis, se ha convertido en una de las grandes atracciones de Amador para panameños y visitantes.

Adopta un habitante del Parque de la Biodiversidad y ayúdanos con tu donación a cuidar este refugio de vida, para todos.